miércoles, 23 de noviembre de 2011

NEUMAN. The Family Plot. Para saborear.


La vaca es un animal hermoso e increíble. Tiene un estómago que realmente funciona como si tuviera cuatro.  Este complejo sistema digestivo le permite comer, tragar y por medio de la regurgitación del alimento ingerido continuar con la masticación de lo comido. Así vuelve a disfrutar en boca lo anteriormente zampado. Sorprendente.
Pues así son NEUMAN, como la vaca Y su segundo álbum The Family Plot es como su estómago. Doce cortes que una vez deglutidos tienes necesidad imperiosa de devolver a la boca para seguir disfrutándolos en el paladar, para seguir saboreándolos. Y así una y otra vez. Canciones líricas, elegantes, aterciopeladas. El primer corte Lovers nos engancha irremediablemente a su primer disco y Ben Gun nos sumerge definitivamente en el universo sonoro de los de Murcia: belleza, dulzura y nervio contenido. The Family Plot es un conjunto perfectamente hilvanado. Ciertas melodías viajan de un tema a otro, repitiéndose y adaptándose para cerrar un repertorio de canciones que forman un todo. Mientras, Indrid, Hammond o Amay se contagian de la sensibilidad de Jeff Buckley o Elliott Smith. Nada de excesos ni sobreproducción; arreglos de cuerda certeros y medidos envuelven con primor cada tema lo que es de agradecer en un mundo tan jodidamente chirriante. Discazo. 
Pero volvamos a la vaca y a su prodigioso estómago. Una de las partes encargadas de la 
regurgitación se llama libro. Debería llamarse disco ¿no?

Juanma Pérez Paredes